La película



La espiral maravillosa, el sex appel de las soluciones imaginarias es el título del largometraje de Isabel Medarde y Sergio González que trata de poner en valor la figura de las pioneras del cine.

Fruto de la investigación llevada a cabo, la autora, Isabel Medarde, vio necesario extender el formato del proyecto presentado a la Beca Villar para trasladar más en profundidad sus conclusiones y dar una mejor idea al público sobre las circunstancias sociales e ideológicas que han propiciado la práctica ausencia de directoras de cine conocidas a nivel mundial a lo largo de las décadas y el olvido de las grandes pioneras del cine que existieron y que hicieron aportaciones cruciales para que el medio cinematográfico sea tal y como lo conocemos hoy en día.

Alice Guy, Lois Weber, Germaine Dulac, Musidora… son algunas de las cineastas a las que se homenajea en el film. Ellas y sus películas forman parte del argumento de La espiral maravillosa entrelazando sus vidas con la de Leocadia Cantalapiedra. Un cruce de circunstancias, un momento de la historia, entre 1890 y 1929 y la inspiración que despiertan estas grandes pioneras. Se revela un cine propio, una mirada propia y toda la intención de hacer frente a un mundo dirigido por hombres y en el que ellas se abrieron hueco con tesón, perspicacia y talento innato.


Lista de reproducción con las piezas de recreación fílmica realizadas para el proyecto «La espiral maravillosa»

Ver la espiral maravillosa en FILMIN

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El largometraje ha sido finalizado en enero de 2022, tras cuatro años de arduo trabajo. Hemos comenzado su distribución en festivales de cine recientemente y nos encontramos en búsqueda de un acuerdo de distribución para su exhibición en cines y plataformas VOD.


Sinopsis

Leocadia Cantalapiedra, desde niña, ha querido dedicarse al cine, pero el ambiente social que se vive en la España de principios de siglo XX no permite tales aventuras, reservadas sólo para hombres. Viaja a Nueva York, con el apoyo de su madre, donde aprenderá y se sentirá muy motivada por el cine de mujeres tan influyentes como Lois Weber y Alice Guy.

Decidida a seguir sus pasos, regresa a España y adopta un disfraz de hombre y el nombre de Nico, para rodar su primera película Zapatos. El estar siempre escondiéndose no le resulta fácil y hastiada de la sociedad en la que vive decide marcharse a París al inicio de los años veinte, donde el clima de libertad propiciado por el final de la primera Guerra Mundial parece ponérselo más fácil a las mujeres. Allí conocerá a dos imponentes mujeres directoras de cine: Musidora y Germaine Dulac, de ellas aprenderá no sólo el oficio, sino cómo hacer frente a los prejuicios de la época y logrará por fin su sueño de hacer una película con voz propia.

Foto infancia Leocadia Cantalapiedra
Foto infancia Leocadia Cantalapiedra

Cartel oficial

Cartel oficial de La espiral maravillosa
Cartel oficial de La espiral maravillosa
Realizado por Ada Fernández

Citas históricas

Lois Weber Fuente: https://commons.wikimedia.org/wiki/File:LoisWeber.jpg Licencia Dominio Público

Me gusta dirigir, porque creo que una mujer, más o menos intuitivamente, saca a relucir muchas de las emociones que rara vez se expresan en la pantalla. Puede que sorprenda lo que algunos de los hombres consiguen, pero yo llegaré a obtener otros efectos en los que ellos nunca pensaron (Lois Weber, 1915).

Harm, Liliam (1915). “A Lady Geneal of the Picture Army” en Phoplay, VIII, No. 1. junio, 42.

Alice Guy Fuente: https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Alice_Guy.jpg Licencia Dominio Público

La autoridad de las mujeres en las emociones les da una ventaja al dirigir a losartistas (Alice Guy, 1914).

Blanche, Alice (1914). “Woman’s place in Photoplay Production”, en The movie picture world.

Germaine Dulac Fuente: https://en.wikipedia.org/wiki/File:Germaine_Dulac_(1882%E2%80%931942).jpg

El cine es capaz de contar historias, pero no debemos olvidar que la historia no es nada. La historia es la superficie. El séptimo arte, el arte de la pantalla, se trata de la profundidad que se extiende por debajo de esta superficie hecha perceptible: la escurridiza musicalidad (Germaine Dulac, 1928).

Dulac, Germaine (1928). “La Musique du silence”, en Cinégraphie, 5, enero, 77- 78.