La espiral maravillosa trata sobre mujeres aventureras que hicieron cine en el principio de los tiempos, cuando el séptimo arte estaba recién nacido. Eran tiempos en que a la mayor parte de las mujeres se les tenía reservado el papel de fieles esposas y consagradas madres. Nuestra protagonista, Leocadia Cantalapiedra, funciona como un símbolo para representar a todas aquellas mujeres que se salieron de este guión marcado
Siguiendo las diferentes aventuras que Leocadia vive a través de sus tres álter ego Leo, Nico y Zoe podremos conocer lo que aportaron las verdaderas pioneras de la historia del cine. Y así con el viaje de Leo a Nueva York en 1914, conoceremos entre otras a Alice Guy, la madre del cine y Lois Weber, actriz, productora, guionista y directora que rodó un sinfín de películas en la cumbre de la innovación técnica y estilística sin nada que envidiar a sus colegas Cecil B. DeMille o Griffith, siendo la persona mejor remunerada por la Universal de aquellos tiempos y que aportó innovaciones estilísticas y temas nunca antes tratados en la gran pantalla como el aborto y la prostitución entre otros.
De la mano de su álter ego Zoe en el París de los años veinte conoceremos a Musidora, musa de los surrealistas, pero que lejos de cumplir el papel de diva inspiradora de todos los tiempos, fue también una creadora excepcional, escritora, actriz, directora y productora que realizó “por arte de birlibirloque” uno de los primeros falsos documentales de la historia, La tierra de toros que rodó en España en 1924. Y la emblemática Germaine Dulac que ha sido el motor más importante que me ha llevado a realizar esta película, al descubrir su figura y la película El clérigo y la concha y encontrarnos con que no fue El perro andaluz la primera película surrealista de la historia, sino la suya, rodada un año antes.
La espiral maravillosa pretende poner en evidencia de esta forma el silenciamiento que han sufrido las mujeres artistas a lo largo de la historia y en concreto las cineastas.
Dicho silenciamiento, muy contrariamente a lo que pueda parecer, sigue perpetuándose en nuestros días a pesar de la apertura y mejoras que la lucha feminista ha logrado conseguir. En los temarios de las escuelas de cine, los manuales de arte, los diccionarios y volúmenes de la historia del cine que pueblan librerías y bibliotecas, los rankings de los directores más importantes que han contribuido a los orígenes y evolución del séptimo arte, no es fácil encontrar los nombres de las mujeres que tanto aportaron desde sus inicios.
La espiral maravillosa, quiere confrontar una realidad impuesta. Es muy comentado habitualmente que en España solo el 7% de los directores de cine son mujeres, pero no se dice el porqué.
La espiral maravillosa pretende suscitar la siguiente cuestión a reflexionar:
Si las mujeres se miran en el espejo que es el mundo exterior y no ven en él, en las crónicas de su historia, los nombres de las mujeres que han contribuido a la evolución y desarrollo del cine
¿Acaso no les faltan dichos referentes si solo ven hombres directores de cine desde sus orígenes hasta casi nuestros días?
¿Qué pueden pensar?
¿Qué las mujeres no hacen cine?
¿Qué solo participan como actrices o costureras?
¿Qué no saben?
¿Qué no les interesa?
¿Qué es cosa de hombres?
Si nos falta el conocimiento sobre una parte importante de nuestra cultura y nuestra historia, quizás las mujeres no se animen a hacer cine simplemente porque no se sientan avaladas para ello y, sin embargo, se fijen en otros referentes a la hora de elegir un campo profesional:
- las mujeres cuidadoras
- las mujeres profesoras
- las mujeres enfermeras
- las mujeres administrativas
- las mujeres presentadoras
- las mujeres peluqueras
- las mujeres modelos
- las esteticien
- …
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